La comida es más que nutrición; es cultura, ciencia y vida cotidiana. Colorear frutas, verduras y alimentos enseña sobre alimentación saludable, de dónde viene la comida, nutrición básica y apreciación por la diversidad gastronómica. Es educación nutricional que nunca se siente como una lección.
Cada fruta o verdura coloreada es una oportunidad para hablar de vitaminas, grupos alimenticios, agricultura, geografía (¿de dónde vienen los plátanos?) y cocina. Los niños aprenden que la comida saludable puede ser colorida, divertida y deliciosa.
Aprender qué alimentos son saludables, por qué necesitamos frutas y verduras, y cómo la comida alimenta nuestro cuerpo.
Distinguir entre frutas, verduras, proteínas, granos, lácteos. Esto es base de nutrición y hábitos alimenticios.
Comprender que la comida viene de la tierra, árboles, granjas. No simplemente 'aparece' en el supermercado.
Diferentes culturas tienen alimentos únicos. Esto abre puertas a apreciación de tradiciones culinarias globales.
Las zanahorias son naranjas por betacaroteno, los arándanos azules tienen antioxidantes. Color = nutrición.
Una fresa tiene semillas en la superficie, la naranja tiene piel con poros. Observar detalles desarrolla percepción.
Si colorean una manzana cortada, ven las semillas internas. Esto enseña estructura interna de frutas.
Tacos mexicanos, sushi japonés, pizza italiana. Cada alimento cuenta una historia cultural.
Organicen las hojas coloreadas como un mercado: frutas rojas, verdes, amarillas. Jueguen a comprar y vender.
Después de colorear una receta simple (ensalada de frutas), prepárenla juntos con ingredientes reales.
Creen una pirámide nutricional usando sus hojas coloreadas clasificadas por grupo alimenticio.
Cada día, coloreen lo que comieron. Esto crea conciencia sobre hábitos alimenticios de manera visual.